viernes, 24 de junio de 2011

'X-Men: Primera Generación' y las similitudes con el mundo gay

Hay mucha gente, en un bando y en otro de la historia, que siempre vienen con lo de “es que en el colectivo LGTB en seguida os apropiais de cosas que no son vuestras”, se esté hablando de divas, de himnos, de literatura o de cine. Eso pasa con X-Men: se pueden hacer lecturas muy gays de la historia y diálogos de esta saga. Algunos lo vemos claros. Otros creen que nos estamos pasándonos de la raya.
Durante la era Superman, Capitán América o Wonder Woman, las páginas de los cómics sólo plasmaban la eterna batalla entre el bien y el mal, dónde los héroes vestidos con los vivos colores de la bandera norteamericana tenían la victoria asegurada y una ética clara. Eran carácteres inquebrantables, que jamás mostraban rasgos humanos ni luchas internas.
Pero los lectores de cómics crecemos y queremos algo más. La aparición de personajes como Peter Parker o Matt Murdock, dejaron al héroe en un segundo plano para centrarse en los problemas personales de quién hay tras la máscara. Los cómics ya no eran sólo para niños.

Pero el grupo de héroes más humanizado ha sido sin duda los X-Men, en sus múltiples formaciones: X-Men, X-Force, Factor-X, la Patrulla X, etc… Seres evolucionados, en ocasiones con escasa similitud física con el homo sapiens, pero con sentimientos y situaciones mucho más humanas y cercanas que las que había vivido Superman hasta entonces.
Con los X-Men se empezó a hablar en los cómics de política, de racismo, de discriminación y, en menor medida, de homosexualidad. Quizá no hacía falta hablar abiertamente de homosexualidad dentro de la patrulla de alumnos del Instituto Xavier. Porque el mero planteamiento de los mutantes es un claro reflejo de lo que hemos vivido, viven y vivirán muchos y muchas dentro del colectivo LGTB.
El pensar, durante tu adolescencia, que eres único, que sólo te pasa a ti. El pensar que no se lo puedes decir a nadie. El encontrar a alguien igual que tú. El descubrir que hay mucha más gente como tú. Descubrir que hay gente que lo lleva bien, gente que no. Gente que busca una normalización dentro de la sociedad. Gente que pasa del resto de la sociedad que le hizo daño y que quiere vivir fuera sus normas, que no se adaptan a sus necesidades. Hay mutantes que deciden decir que lo son. Otros no.
En la franquicia de películas de X-Men hemos tenido muchas referencias a este salir del armario mutante. La más sobresaliente fue en X2, cuando Bobby les dice a sus padres que lo es. Bajo la atenta mirada de Lobezno, Pícara y Pyros, Bobby les explica a sus padres la situación: que no es malo ser como es, que hay más como él… su madre pregunta si no ha podido evitar serlo. El hermano de Bobby no acepta la condición de su hermano. ¿Similitudes con situaciones vividas al salir del armario gay?
 
Charles Xavier con cara de no haber roto un plato
En ‘X-Men: First Class’ se vive un poco la misma situación. Xavier encuentra a Raven y descubre que no estaba él solo en el mundo. Y poco a poco, gracias a un Gaydar de nombre Cerebro, va encontrando más como él. Así hasta dejar claro que no es una lucha entre el bien y el mal. La batalla de los X-Men, estés del lado de Xavier o estés del lado de Magneto, es demostrar que aún siendo tan diferentes, por dentro sienten igual que el resto.

Los pezones más pequeños de la familia Summers
La película es genial. Si nos ponemos en plan puristas, tienen miles de fallos. Empezando el nombre First Class con esa formación inicial. Originalmente, Frist Class era Ángel (pero Warren), Cíclope, Jean Grey, Bestia y el Hombre de Hielo. Podemos seguir con fallos cronológicos. Emma Frost, que más adelante será la pareja de Scott Summers, aquí es una señora de unos casi 40. Y Havock aquí es un adolescente, pero es el hermano pequeño de Scott, que en ‘X-Men’ era un veinteañero. Por no hablar de Angel Salvadore, que aparece en los ‘New X-Men’ de Morrison y es alumna de Emma Frost.
Magneto nuevo mito erótico
 
Pero tecnicismos aparte, es una gran película para ver este verano. Muy destacable Magneto, uno de los mejores malos que han pasado por las páginas de nuestros cómics y por las pantallas. ‘X-Men: First Class’ es la historia de Erik convertido en Magneto. Sus miedos que le persiguen desde la infancia, sus batallas interenas, el seguir adelante movido por la ira, el llegar a una paz interior y finalmente seguir un camino diferente al de Xavier.

Es tan buen actor, que casi no le han dado frases
Un reparto muy bueno, caracterizaciones estupendas y escenas en las que van todos en chandal marca-cola y Bestia y Magneto marcan lo suyo.
Lo mejor: la película en general, el tema de Take That y que Álex González habla poco o nada.
Lo peor: que no haya títulos de crédito iniciales, que era ya un clásico. Y viendo los fan-made que había, me hubiera gustado algo setentero.

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