jueves, 30 de junio de 2011

¿Homofóbicos?

Con la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo, Nueva York se convierte en el sexto estado de la unión (además de la capital) en reconocer las bodas gay en Estados Unidos.



Desde la decisión de Holanda de hacerlo en 2001, la lucha mundial por los derechos civiles de la comunidad LGBT ha sido no menos que extraordinaria. En poco más de una década el matrimonio homosexual ha sido legalizado en 10 países (Holanda, Bélgica, España, Canadá, Suecia, Noruega, Sudáfrica, Portugal, Islandia y Argentina) y otros tantos Estados federales, entre ellos Ciudad de México, los derechos asociados al matrimonio han sido otorgados (total o parcialmente) en otros 21, y la adopción ha sido reconocida en 13. No menos importante, un número creciente ha implementado leyes para combatir la discriminación laboral basada en la orientación sexual así como los crímenes de odio.

El aumento en el número de candidatos LGBT que ganan elecciones populares constituye otro termómetro de las actitudes sociales frente a la homosexualidad. En Estados Unidos solamente, entre 2001 y 2009 el número de funcionarios abiertamente gay creció de aproximadamente 200 a alrededor de 445. Una tendencia similar se observa en otras partes del globo, especialmente Europa, en donde el alcalde de París se ha convertido en un símbolo emblemático de la lucha por la igualdad homosexual.

Pese a ello, no deja de ser alarmante la persistencia de la homofobia en el mundo, ni que los actores principales que la reproducen sean las comunidades religiosas, los Estados y las fuerzas armadas. Aun en casos en los que el matrimonio gay es legal, usualmente las instituciones religiosas son exentas de practicarlo. Algunas de ellas, sobre todo la Iglesia católica, no sólo se oponen sino que lo tildan de aberrante. En 76 países, concentrados en África, Asia Pacífico y Oriente Medio (aunque en las Américas hay 11), la homosexualidad todavía es ilegal, y en cinco de ellos (Irán, Arabia Saudita, Yemen, Mauritania y Sudán) es condenable con la pena de muerte.

Tanto en éstos, como en muchos otros, es prohibido que los homosexuales presten servicio en las fuerzas armadas, las cuales han sido los guardianes del significado social de “ser hombre”. A finales de 2010 el presidente Obama puso fin a la ambigua ley “no preguntar no decir”, con lo cual Estados Unidos ingresó a un pequeño grupo de países, incluyendo los miembros de la OTAN (excepto Rusia y Turquía), Sudáfrica, Brasil, Filipinas e Israel, que reconocen la participación militar homosexual. A pesar de distintos estudios, incluyendo el realizado por el Pentágono, que muestran que la presencia gay no ejerce impacto negativo ninguno sobre la moral, el reclutamiento ni la efectividad en el combate, la realidad sigue siendo que la mayoría de los estamentos militares discriminan a los LGBT.

¿Y en Colombia qué? Aunque el país ha adoptado leyes progresistas que reconocen los derechos homosexuales, del triunfo legal a la aceptación social hay un largo trecho, sobre todo por fuera de las grandes urbes. La creciente afirmación de la igualdad de la comunidad LGBT coexiste —aquí y en todo el mundo— con crímenes de odio que, según el Alto Comisionado para Derechos Humanos de la ONU y Human Rights Watch, están en aumento. Con lo cual cabe preguntarse si en lugar de Homo sapiens la especie no es más bien homofóbica.

TOMADO DE : http://www.elespectador.com/opinion/columna-280540-homofobicos

Hay que ser valiente para ser maricón.

 
Por María Galindo es miembro de Mujeres Creando

La marcha del orgullo gay en Bolivia en lugar de ser un escenario de rebeldía y dignidad, es de manera dramática un escenario de domesticación.
Sirve a los medios de comunicación para mostrar al “gay” estereotipado una vez al año pidiendo tolerancia, inclusión y más domesticación. No ofrece ningún desafío a la homofobia social institucionalizada, no interpela a la sociedad, no interpela al Estado tampoco.
En los casos de Santa cruz y La Paz, los organizadores piden permiso. Gracias a esto los gobiernos municipales se dan el lujo de indicar recorrido, horario y prohibir cualquier transgresión a lo que ellos fijen.
La marcha de este año ha sido prohibida en su recorrido original. Podemos decir que esa arbitrariedad de ambos gobiernos municipales es más de la homofobia social, pero no podemos dejar de lado el hecho de que los organizadores son plenamente corresponsables de esto porque jamás debieron pedir permiso.
La toma del espacio público debe ser un acto de rebeldía no sujeto a la autorización de nadie. En La Paz la marcha es además propiedad privada de una “oenege” que la ha inscrito en derechos de autor, lo que tampoco pasa con marcha alguna en el país. Sin embargo, estas cuestiones son más bien consecuencia de un proceso de extravío del incipiente movimiento marica.
Hay dentro del mundo marica una adopción pasiva de las imposiciones de la cooperación internacional porque en realidad los grupos organizados son pequeñas “oeneges” que usurpan la voz de la comunidad gay.
Por eso ni siquiera se ha discutido la forma de autonombrarse, se ha adoptado de manera pasiva la denominación GLBT: gay, lesbiana, travesti y transexual, usando lo gay como eje de esta condición. Gay es una palabra en inglés que salió de un largo proceso político del movimiento en los EEUU que buscaba la forma de nombrarse por fuera del concepto de patologización psicológica que el concepto de homosexual había sufrido.
En el caso boliviano, en el movimiento se ignora esa discusión. En ese contexto es que nosotras como feministas hemos preferido hablar de maricones porque reutilizar la palabra maricón es una forma de conjurar el uso homofóbico que se hace del término y al mismo tiempo es una estrategia para interpelar el machismo social.
El varón que no entra en los parámetros sociales machistas de la sociedad será siempre acusado de maricón. Al mismo tiempo, no hay varón que no haya sido insultado como maricón en su colegio y entre sus amigos, por lo que el término maricón goza de un factor político imprescindible: “su universalidad”.
No logran pasar del momento de autoafirmación al análisis de su lugar en la sociedad y menos aún a la capacidad de tomar postura ante las cuestiones sociales desde una mirada marica. Todos los años se repiten diciendo queremos ser parte de la sociedad, cuando de hecho lo somos desde absolutamente todos los lugares sociales imaginables, por eso en cada familia hay mínimo un maricón o una lesbiana.
El espacio de “lo gay” en Bolivia es también un espacio de hegemonía masculina. Resulta ser un espacio más de invisibilización de las mujeres lesbianas. Son más visibles las travestis y las trans que pertenecen al mundo masculino que las lesbianas que pertenecemos al mundo de las mujeres; las lesbianas somos cuasi inexistentes.
La tiranía del VIH: estas “oeneges” de gays para acceder a financiamiento han asumido la cuestión de la prevención de VIH como monotema, convirtiéndose en los trabajadores sociales baratos del VIH y por lo tanto convirtiéndose en una especie de portadores sociales del VIH. Cuando el VIH está en toda la sociedad precisamente a través de una práctica machista de la sexualidad masculina que se niega a usar condón.
El mito del proyecto de ley: estas “oeneges” que tienen que justificarse a sí mismas en ese ítem llamado “incidencia política” tienen que formular proyectos de ley y de ahí sale el famoso proyecto de ley del matrimonio entre parejas del mismo sexo. Además cayendo en el mito de que la ley es el instrumento para cambiar tu lugar de humillación en la sociedad.
El instrumento para cambiar la sociedad es la rebeldía y es eso lo que en la marcha y en quienes se atribuyen la representación de lo marica en Bolivia no hay.

Novelas Gay Recomendadas...

Hola Buen Dia par Todxs..

Número 1: El Muchacho Persa, de Mary Renault.
Tierno Hefaistión que amaba a Alejandro que amaba a su eunuco Bagoas. Maravillosa narración de amor en la época pre cristiana, cuando el sexo aún no era tabú. El amor entre hombres debe haber sido lo único griego que el Renacimiento no pudo rescatar.



Número 2: Yo no Tengo la Culpa de Haber Nacido tan Sexy.
De Eduardo Mendicutti.

Número 3: Mi Planta de Naranja Lima.
De José Mauro de Vasconcelos.

Número 4: No se lo Digas a Nadie
de Jaime Bayly.

Número 5: Antes que Anochezca, de Reynaldo Arenas,  La Cuba de Fidel, castrante para los homosexuales, hacía de buscar sexo una aventura peligrosa pero sumamente placentera.

Número 6: Tengo Miedo Torero, de Pedro Lemebel. La Loca de Enfrente viviendo su radicalismo político en el Santiago de Pinochet.

Número 7: Alexis o El Tratado del Inútil Combate, de Marguerite Yourcenar. La carta de un gay a su esposa.

Número 8: Confesiones de una Máscara, de Yukío Mishima. Demasiado sutil. Marguerite Yourcenar ensaya que Mishima sentía que su vida era un vacío total. Al parecer ser gay, ser japonés y ser idealista era un verdadero trauma en la década del 40. El autor termina haciéndose seppuku,  Ahora se puede bajar fácilmente de librodot.com.

Número 9: Amo a mi mami, de Jaime Bayly.

Número 10: Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar. Si empiezas a leer a la Yourcenar esperando algo como lo de Bayly te vas a aburrir. Pero si te relajas le encuentras el gusto. Ambientada también en el mundo griego, esta es más melancólica y reflexiva que la novela de Mary Renault.

Número 11: El Beso de la Mujer Araña, de Manuel Puig.  Ver a William Hurt feliz después de haber hecho el amor con el preso político con el que comparte la celda es mejor que la descripción de la novela.

Número 12: Historia de Mayta, de Vargas Llosa. Provinciano en colegio de pitucos, subversivo y gay. Mayta era un león de 4 mundos. El lado homo de Mayta solo recibe unas cuantas líneas pero francamente determina su auto marginación, lo que termina llevándolo al extremismo. Burla sórdida de Varguitas a la subversión. En Conversación en la Catedral también hay un personaje que resulta siendo homosexual pero su lado gay no resulta tan importante en la trama.

Número 13: El Deseo Diferente, de Luis Fernando Bamonde de Bernardi. Si soportas la terrible redacción descubres una interesante y sincera autobiografía de un policía pasivo maduro en Lima.

Número 14: Fue ayer y no me acuerdo, de Jaime Bayly.

Número 15: Sodoma y Gomorra de Prous. de Monsieur Charlus.

Si saben de otras que tambien sean buenas.. Recomiendenlas ..

miércoles, 29 de junio de 2011

Gays chinos denuncian los tratamientos médicos para curar la homosexualidad.

"No se puede decir que curemos al cien por cien a la gente. En teoría es así, pero nadie nos creería si lo dijéramos así", señala una de estas clínicas en conversación telefónica en el documental "Tratamientos que curan".
  • Los gays chinos, considerados enfermos mentales hasta hace una década, son hoy víctimas de tratamientos que supuestamente "curan" su orientación sexual. Foto Especial
Pekín, China.- Los gays chinos, considerados enfermos mentales hasta hace una década, son hoy víctimas de tratamientos que supuestamente "curan" su orientación sexual, en forma de terapias y medicamentos considerados una estafa tanto por el colectivo como por los sexólogos.

"No se puede decir que curemos al cien por cien a la gente. En teoría es así, pero nadie nos creería si lo dijéramos así", señala una de estas clínicas en conversación telefónica en el documental "Tratamientos que curan", dirigido por el cineasta y actor gay Xiaogang Wei y disponible en la página web Queercomrades.com.

"Algunos de estos tratamientos usan la psicoterapia, también medicamentos, algunos antidepresivos. En el pasado incluso se usaban descargas eléctricas para controlar las fantasías sexuales con personas del mismo sexo del paciente", señala a Efe Wei, nacido en la región autónoma de Xinjiang hace 35 años y residente en Pekín.

En un país en el que todavía se discrimina a los homosexuales a pesar de su acelerada apertura, éstos siguen escondiendo su condición a sus familias hasta el punto de contraer matrimonio para acallar los rumores, por lo que son sus esposas las primeras demandantes de estos tratamientos, seguidas de otros familiares.

"Los tratamientos por una hora pueden costar a partir de 300 yuanes (32 euros o 46 dólares) sólo por charlar", explica Wei, quien recuerda que un hospital de la ciudad oriental de Nankín (Nanjing) clamaba falsamente haber "curado a más de 300 gays".

Uno de los casos más dramáticos desvelados por el documental del documentalista es el del fotógrafo A Wen: "Estaba muy enamorado de un compañero de mi pueblo, en Chongqing. Sufría muchísimo. Un día me tomé medio litro de licor, porque no podía con la depresión. Lloraba muchísimo".

"Dejé de ir a clase y el profesor habló con mis padres. Esa fue la primera vez que me enviaron a una institución mental. Lloraba y les decía que no me pasaba nada, pero los doctores no me escuchaban. Nunca les dije que bebía porque me gustaban los hombres", señala A.

Wei explica cómo otro de los pacientes sometido a "terapia", el chino-holandés Sander Chan, pasó siete años en tratamiento, flagelado por su condición católica, según confiesa en el documental, y aún así nunca consiguió cambiar.

En China la homosexualidad se consideró una enfermedad mental hasta 2001, cuando empezaron a aflorar estas clínicas privadas para tratar a aquellos que expresaran su deseo de cambiar de orientación.

Aunque Occidente siempre ha calificado de discriminatorio el hecho de que la homosexualidad estuviera incluida en la lista de enfermedades en China, lo cierto es que fue una forma de proteger a un colectivo al que hasta entonces se consideraba delictivo.

Los gays, que sufrieron las violentas persecuciones de la Revolución Cultural (1966-76) junto con "minorías", como intelectuales, artistas, profesores, comerciantes o religiosos, podían así evitar la cárcel y someterse a tratamiento.

Desde la década de 1950, estas "terapias" consistían en usar descargas eléctricas para frenar las fantasías sexuales, en inyectar hormonas y en otro tipo de torturas, pero "nada de esto funcionó", asegura Wei.

Durante un periodo determinado se consideró una enfermedad para proteger a los gays del castigo penal, pero este periodo ya ha terminado. Eso fue durante los años 60 y 70 en China, influidos por el psicólogo alemán Richard Freiherr von Krafft-Ebing (1840-1902), explicó a Efe el sexólogo chino Zhang Beichuan.

Zhang, autor del libro "Amor homosexual" (1994), asegura sin rodeos en conversación telefónica desde Qingdao que los tratamientos actuales para curar la homosexualidad son "una pura estafa".

Un 80 por ciento de los más de 30 millones de gays chinos sienten depresión y pánico debido a su condición, por lo que el mercado potencial para estas curas fraudulentas es alto, como mostró un primer e infructuoso intento de desembarco en 2007 por parte del movimiento estadounidense "Ex-gay", muy vinculado a la cura mediante la iluminación religiosa.

Dos años después salieron al mercado las Cápsulas Médicas para Curar la Homosexualidad, explica Wei, cuyos beneficios se desconocen aunque claman modificar al cien por cien la orientación sexual.

El principal motivo, prosigue el cineasta, es el dinero, pero también un malentendido: el creer que se puede dejar de ser gay.

"Ellos son normales, aunque sean una minoría", señala Zhang. "Los tratamientos que ofrecen sólo pueden causar amargura, depresión e incluso deseos de suicidio, ya que se les acusa de ser anormales".

Tanto este autor como la sexóloga Li Yinhe, famosa por haber pedido en numerosas ocasiones la legalidad de los matrimonios gay en China, coinciden en que a pesar de esta situación, en los últimos cinco años China ha experimentado una enorme apertura de miras.

"Creo que en estos diez últimos años se ha progresado mucho. Antes era un problema moral, como la prostitución o la droga, luego fue una enfermedad, lo cual ya fue un avance, ahora tienen hasta sus propias web de internet", explica Li.

¿Qué falta? Mayor información y educación entre la sociedad y en la prensa para frenar la discriminación que todavía existe, aseveran estos dos sexólogos.

TOMADO DE:  http://www.vanguardia.com.mx

martes, 28 de junio de 2011

“Somos familias de mil colores”, La Marcha por la ciudadanía plena LGBTI" 2011

Esta fue la primera vez que el Grupo de Investigación "PLAN" se hace presente en la Marcha por la Ciudadanía LGBTI de Bogotá, tal vez no de manera visible, pero si articulada con otras organizaciones, como el Colectivo de Hombres Gay, el IDPAC y el Edén Radio. 
Es una Experiencia sumamente enriquecedora para el Grupo de Investigación "PLAN" hacer parte de la Organización de la Marcha, aportar de alguna forma a que estos espacios sean propicios y visibles en la ciudad, puesto que este es uno de los objetivos de "PLAN", tomar espacios de la ciudad para que las personas con identidad de género y orientación sexual no heteronormativas gocen de su derecho pleno a vivir, vivir como ciudadanos, como personas, como seres humanos, capaces de amar, de ser amados y que hacen parte todos y cada un@ de ell@s de una gran familia.
Una de las cosas que más llamo nuestra atención, fue el hecho de que muchas familias que asistieron se veían muy receptivas a las propuestas que llevaba la marcha, se acercaban de manera atenta, respetuosa, cordial a las y los trans, a los modelos y a todas las personas que hacíamos parte de la marcha, seguramente existen casos  aislados donde el comportamiento no fue el mejor, pero es importante rescatar como muchas, muchísimas de las personas que asistieron a la marcha querían también hacer partícipe de la misma y como compartían con nosotros la alegría y el entusiasmo que sentimos al estar ahí, muestra de esto es que en ningún sitio hubo violencia o disturbios, paredes pintadas, vidrios rotos, piedras o botellas en el aire, grosería o vandalismo, la policía no tuvo que acudir a tanques de agua ni el SMAD se hizo presente, esto nos hace pensar que en un país tan  maravilloso como Colombia si es posible exigir nuestros derechos y ser escuchados, no decimos que sea fácil o sencillo, pero sí que valdrá la pena.
Cada vez es más visible el cambio que los y las habitantes de Bogotá tienen con las diferentes formas en las que se vive una sexualidad o una identidad de género, cada vez las familias reconocen, aceptan y respetan  que alguno de sus miembros hacen parte de la comunidad LGBTI, si no me creen miren esta foto: 

Existe alguna duda de que el amor de madre es superior en muchos casos a prejuicios sociales?
En cada momento, en cada acción, en toda calle, casa o empresa, la comunidad LGBTI abre espacios de cultura, y homosocialización y cada vez la comunidad heterosexual está más abierta y dispuesta a hacer parte de estos espacios.

Esta es la primera, pero no la ultima Marcha por la ciudadanía plena LGBTI en la que "PLAN" hace presencia, el próximo año es un compromiso para nosotros hacer visible el grupo y los resultados que gracias a todos, todas y cada uno y una de ustedes, quienes leen este Blog se hacen posibles.
 

"Somos Familia de Mil Colores"
  

Escribenos a: planinvestigacion@gmail.com y cuentanos que te gustaria encontrar en este Blog, tu Blog, mi Blog, nuestro Blog.